Formación en Valores Constitucionales: Integrando el Debido Proceso y la Tutela Judicial Efectiva en la Enseñanza del Derecho Penal

 

Autora: Abg. Esp. Stephany Gabriela Medina Rivero.

Abogado en libre ejercicio

Correo: stephanygmedinar@gmail.com

Código ORCID: 0009-0009-5839-5053

Línea de Investigación: Currículo, Formación e Innovación Pedagógica

 

Como citar este artículo: Stephany Gabriela Medina Rivero “Formación en Valores Constitucionales: Integrando el Debido Proceso y la Tutela Judicial Efectiva en la Enseñanza del Derecho Penal” (2025), (1,22)

Recibido: 20/05/2025       Revisado: 25/05/2025        Aceptado: 29/05/2025

RESUMEN

El estudio titulado "Formación en Valores Constitucionales: Integrando el Debido Proceso y la Tutela Judicial Efectiva en la Enseñanza del Derecho Penal" con el objetivo de analizar la integración de los principios de debido proceso y tutela judicial efectiva en la enseñanza del derecho penal en Venezuela. La metodología que se adoptó fue un paradigma interpretativo y un enfoque cualitativo, utilizando una investigación documental basada en fuentes legales venezolanas (Constitución de 1999, COPP, 2021) y literatura académica (Ferrajoli, Carbonell, Zaffaroni). Las técnicas incluyeron revisión bibliográfica, análisis de documentos y fichaje, con análisis de contenido y triangulación teórica para garantizar el rigor científico. Los resultados del estudio fueron: Se identificó que el debido proceso y la tutela judicial efectiva son valores éticos esenciales para la educación jurídica. En referencia a las estrategias como el aprendizaje basado en problemas y la formación interdisciplinaria pueden integrarlos en los planos de estudio, aunque desafíos como la desactualización curricular y la falta de independencia judicial en Venezuela dificultan su aplicación. En cuanto a la discusión: Los hallazgos, respaldados por autores como Maier y Pastor, sugieren que la enseñanza del derecho penal debe priorizar competencias éticas para contrarrestar las debilidades del sistema judicial venezolano, promoviendo una práctica jurídica alineada con los derechos humanos. La autora concluye que la integración de estos principios es viable mediante estrategias pedagógicas innovadoras, formando juristas éticos que fortalezcan el Estado de Derecho en Venezuela.

Descriptores: Formación, valores, constitucionales, debido proceso, tutela judicial, enseñanza, derecho penal

Reseña biográfica: Abogado – UBA. Especialista en derecho penal y Criminología – UNERG. Magister en derecho penal y Criminología – UBA, Doctorante en derecho constitucional – UNELLEZ. Abogado en libre ejercicio. Urb. Terrón duro, Vda #28 casa N° 08, San Fernando, Estado Apure.

 

Training in Constitutional Values: Integrating Due Process and Effective Judicial Protection in the Teaching of Criminal Law

Author: Stephany Gabriela Medina Rivero. Abg. Esp.

Free-practicing attorney.

Email: stephanygmedinar@gmail.com

ORCID Code: 0009-0009-5839-5053

Line of Research: Curriculum, Training and Pedagogical Innovation

 

How to cite this article: Stephany Gabriela Medina Rivero “Training in Constitutional Values: Integrating Due Process and Effective Judicial Protection in the Teaching of Criminal Law” (2025), (1,22)

Received: 05/20/2025     Revised: 05/25/2025     Accepted: 05/29/2025

ABSTRACT

The study, entitled "Training in Constitutional Values: Integrating Due Process and Effective Judicial Protection in the Teaching of Criminal Law," aims to analyze the integration of the principles of due process and effective judicial protection in the teaching of criminal law in Venezuela. The methodology adopted was an interpretive paradigm and a qualitative approach, utilizing documentary research based on Venezuelan legal sources (1999 Constitution, COPP, 2021) and academic literature (Ferrajoli, Carbonell, Zaffaroni). The techniques included a bibliographic review, document analysis, and fact-finding, with content analysis and theoretical triangulation to ensure scientific rigor. The results of the study were: Due process and effective judicial protection were identified as essential ethical values ​​for legal education. Strategies such as problem-based learning and interdisciplinary training can be integrated into legal curricula, although challenges such as outdated curricula and the lack of judicial independence in Venezuela hinder their implementation. Regarding the discussion: The findings, supported by authors such as Maier and Pastor, suggest that the teaching of criminal law should prioritize ethical competencies to counter the weaknesses of the Venezuelan judicial system, promoting legal practice aligned with human rights. The author concludes that the integration of these principles is feasible through innovative pedagogical strategies, training ethical jurists who strengthen the rule of law in Venezuela.

Keywords: Education, values, constitutional law, due process, judicial protection, education, criminal law

Biographical Note: Lawyer – UBA. Specialist in Criminal Law and Criminology – UNERG. Master’s degree in criminal law and criminology – UBA. PhD candidate in Constitutional Law – UNELLEZ. Free practicing lawyer. Urb. Terrón Duro, Vda #28, House No. 8, San Fernando, Apure State.

 

INTRODUCCIÒN

En el contexto venezolano, la formación jurídica enfrenta el desafío de preparar profesionales capaces de responder a las complejidades del sistema penal desde una perspectiva ética y constitucional. La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999, 23) consagra “el debido proceso y la tutela judicial efectiva como pilares fundamentales del Estado de Derecho, establecidos en los artículos 49 y 26, respectivamente”. Estos principios no solo garantizan una justicia penal equitativa, sino que reflejan valores constitucionales que deben ser internalizados por los futuros profesionales del derecho. Sin embargo, la enseñanza del derecho penal en Venezuela a menudo se centra en aspectos técnicos, relegando la dimensión valorativa que promueve una cosmovisión ética alineada con los derechos fundamentales.

De este modo, integrar el debido proceso y la tutela judicial efectiva en la enseñanza del derecho penal implica un enfoque pedagógico que trascienda la memorización de normas, fomentando en los estudiantes una comprensión profunda de los valores constitucionales que sustentan la justicia penal. Por lo que, este enfoque busca no solo formar juristas competentes, sino también ciudadanos conscientes de su rol en la construcción de una sociedad justa. Cabe considerar que, en un país donde el sistema judicial enfrenta críticas por su independencia y eficacia, según lo señalado por diversos informes de organismos internacionales, la educación jurídica adquiere un papel crucial en la promoción de prácticas que fortalezcan el Estado de Derecho.

De esta forma, el propósito de este artículo fue examinar la incorporación de los principios de debido proceso y tutela judicial efectiva en la educación del derecho penal en Venezuela. Por lo tanto, esta investigación es significativa para el sector educativo, puesto que sugiere un modelo de capacitación que conecta los valores constitucionales con la aplicación penal, ayudando a formar profesionales aptos para enfrentar los desafíos del sistema de justicia en Venezuela. De igual manera, promueve el análisis crítico en relación con la implementación de la Ley Orgánica Procesal Penal (LOPP, 2021) y otras regulaciones nacionales, reforzando el compromiso ético de los futuros abogados en la protección de los derechos humanos y la edificación de una justicia penal justa y efectiva.

 

Desarrollo

 

Formación en Valores Constitucionales

 

La enseñanza de valores constitucionales implica el proceso educativo de transmitir principios establecidos en la constitución de una nación, como la justicia, la igualdad, la libertad y el respeto a los derechos humanos, dentro del contexto de la educación legal.   En el contexto de Venezuela, este enfoque enfatiza la integración de valores como el debido proceso y la tutela judicial efectiva, consagrados en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999), en la enseñanza del derecho penal. El objetivo es formar profesionales del derecho que no solo comprendan las normas jurídicas, sino que encarnen una cosmovisión ética que defienda los principios constitucionales en su práctica. Esta forma de educación fomenta el pensamiento crítico, la toma de decisiones éticas y el compromiso con el fortalecimiento del estado de derecho, en particular en la administración de justicia penal. Desde esta perspectiva, Ferrajoli (2004, 523), destaca que

Las garantías constitucionales, como el debido proceso, son esenciales para proteger a los sectores más vulnerables de la sociedad dentro del sistema legal. Sostiene que la educación jurídica debe priorizar la enseñanza de estas garantías como imperativos éticos, más allá de meras reglas procesales.

En el contexto venezolano, su trabajo resalta la importancia de integrar los principios del Artículo 49 de la Constitución de 1999 en los planes de estudio de derecho penal. La perspectiva del autor sugiere que los educadores deben diseñar estrategias pedagógicas que promuevan en los estudiantes una visión del debido proceso como un valor que protege la dignidad humana, fomentando un ethos constitucional en los futuros juristas. Del mismo modo, Carbonell (2010, 12), aunque centrado en México, el trabajo de Carbonell es relevante para Venezuela debido a las tradiciones constitucionales compartidas en América Latina. “Argumenta que la educación

jurídica debe ir más allá de la formación técnica, incorporando los derechos fundamentales como valores centrales en el currículo”. De este modo, destaca la importancia de la tutela judicial efectiva (similar al Artículo 26 de la Constitución venezolana) para garantizar el acceso a la justicia. En el contexto venezolano, las ideas de Carbonell apoyan la integración de valores constitucionales en la enseñanza del derecho penal, incentivando a los estudiantes a comprometerse críticamente con el Código Orgánico Procesal Penal (COPP, 1998, reformado en 2021) para asegurar que su aplicación esté alineada con los mandatos constitucionales.

Asimismo, Uprimny (2006, 45), analiza “la transformación de la educación jurídica en América Latina, abogando por un cambio de un aprendizaje memorístico a un enfoque basado en valores que incorpore principios constitucionales”.  En este sentido, enfatiza que la enseñanza del derecho debe fomentar el compromiso con la justicia social y los derechos humanos, especialmente en contextos con sistemas judiciales frágiles. En Venezuela, donde la independencia judicial es cuestionada según informes internacionales, la perspectiva de Uprimny es pertinente. Su trabajo sugiere que la formación en valores constitucionales debe preparar a los estudiantes para evaluar críticamente la aplicación del debido proceso y la tutela judicial efectiva en el sistema de justicia penal venezolano, promoviendo una práctica jurídica ética.

Por lo tanto, la formación en valores constitucionales, según lo expuesto por Ferrajoli, Carbonell y Uprimny, es un enfoque transformador que integra principios éticos y constitucionales en la educación jurídica. Este modelo destaca el debido proceso y la tutela judicial efectiva no solo como normas legales, sino como imperativos morales que configuran una sociedad justa. En el contexto venezolano, este enfoque es crucial para formar profesionales del derecho que defiendan los principios de la Constitución de 1999 y el COPP (2021) frente a los desafíos del sistema judicial. Al fomentar una filosofía del mundo centrada en valores, esta educación garantiza que los próximos abogados aporten a un sistema de justicia penal basado en la igualdad, la claridad y el respeto por los derechos humanos.

El Debido Proceso y la Tutela Judicial Efectiva

 

            El debido proceso y la protección judicial efectiva son principios constitucionales esenciales que aseguran la justicia y la equidad en el sistema legal.  En el contexto venezolano, el debido proceso, consagrado en el Artículo 49 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999, 12), asegura que “las personas estén sujetas a procedimientos legales justos, incluyendo el derecho a la defensa, tribunales imparciales y el cumplimiento de las normas legales establecidas”. Este principio protege contra acciones arbitrarias del Estado, especialmente en procesos penales, como se detalla en el Código Orgánico Procesal Penal (COPP, 1998, reformado en 2021).

Por su parte, la tutela judicial efectiva, establecida en el Artículo 26 de la Constitución de 1999, garantiza el acceso a la justicia a través de tribunales competentes, independientes e imparciales, con recursos como el amparo constitucional para abordar violaciones de derechos fundamentales. Juntos, estos principios forman la base de un sistema judicial justo, asegurando que los procesos sean transparentes, equitativos y protectores de los derechos humanos. En este sentido, Ferrajoli (2004, 30), destaca que

Las garantías constitucionales, como el debido proceso, son esenciales para proteger a los sectores más vulnerables de la sociedad dentro del sistema legal. Sostiene que la educación jurídica debe priorizar la enseñanza de estas garantías como imperativos éticos, más allá de meras reglas procesales.

Por lo que, en el contexto venezolano, su trabajo resalta la importancia de integrar los principios del Artículo 49 de la Constitución de 1999 en los planes de estudio de derecho penal. De este modo, la perspectiva de Ferrajoli sugiere que los educadores deben diseñar estrategias pedagógicas que promuevan en los estudiantes una visión del debido proceso como un valor que protege la dignidad humana, fomentando un ethos constitucional en los futuros juristas.

Del mismo modo, Carbonell (2010, 10), su trabajo es relevante para Venezuela debido a las tradiciones constitucionales compartidas en América Latina. “Argumenta que la educación jurídica debe ir más allá de la formación técnica, incorporando los derechos fundamentales como valores centrales en el currículo”. En tal sentido, destaca la importancia de la tutela judicial efectiva (similar al Artículo 26 de la Constitución venezolana) para garantizar el acceso a la justicia. En el contexto venezolano, las ideas de Carbonell apoyan la integración de valores constitucionales en la enseñanza del derecho penal, incentivando a los estudiantes a comprometerse críticamente con el Código Orgánico Procesal Penal (COPP, 1998, reformado en 2021) para asegurar que su aplicación esté alineada con los mandatos constitucionales.

Al mismo tiempo, Uprimny (2006, 65), destaca que. “La enseñanza del derecho en América Latina: Entre la tradición y la transformación”. Por lo tanto, analiza la transformación de la educación jurídica en América Latina, abogando por un cambio de un aprendizaje memorístico a un enfoque basado en valores que incorpore principios constitucionales. Asimismo, enfatiza que la enseñanza del derecho debe fomentar el compromiso con la justicia social y los derechos humanos, especialmente en contextos con sistemas judiciales frágiles.

En este orden de ideas, en Venezuela, donde la independencia judicial es cuestionada según informes internacionales, la perspectiva del autor es pertinente, por cuanto su trabajo sugiere que la formación en valores constitucionales debe preparar a los estudiantes para evaluar críticamente la aplicación del debido proceso y la tutela judicial efectiva en el sistema de justicia penal venezolano, promoviendo una práctica jurídica ética.

Por lo que, la formación en valores constitucionales, según lo expuesto por Ferrajoli, Carbonell y Uprimny, es un enfoque transformador que integra principios éticos y constitucionales en la educación jurídica. De tal modo que, este modelo destaca el debido proceso y la tutela judicial efectiva no solo como normas legales, sino como imperativos morales que configuran una sociedad justa. En tal sentido, en el contexto venezolano, este enfoque es crucial para formar profesionales del derecho que defiendan los principios de la Constitución de 1999 y el COPP (2021) frente a los desafíos del sistema judicial. Al fomentar una perspectiva fundamentada en valores, esta educación garantiza que los próximos juristas ayuden a crear un sistema de justicia penal basado en la equidad, la transparencia y el respeto a los derechos humanos.

 

Enseñanza del Derecho Penal

 

La enseñanza del derecho penal se refiere al proceso educativo orientado a formar profesionales capaces de comprender, interpretar y aplicar las normas que regulan el sistema penal, promoviendo al mismo tiempo una práctica ética y alineada con los principios constitucionales. En el contexto venezolano, esta enseñanza debe integrar los valores establecidos en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999, 42), “como el debido proceso (Artículo 49) y la tutela judicial efectiva (Artículo 26), así como las disposiciones del Código Orgánico Procesal Penal (COPP, 1998, reformado en 2021)”.  

De tal forma que, más allá de la transmisión de conocimientos técnicos, la enseñanza del derecho penal busca desarrollar un pensamiento crítico que permita a los estudiantes abordar los desafíos del sistema de justicia penal venezolano, caracterizado por tensiones en torno a la independencia judicial y la efectividad de las garantías procesales, según informes internacionales. Este enfoque pedagógico fomenta la formación de juristas que no solo dominan las normas, sino que también actúan como defensores de los derechos humanos y el Estado de Derecho.

Visto de esta forma, Zaffaroni, (2009, 89), subraya que “la enseñanza del derecho penal debe ir más allá de la memorización de códigos, promoviendo una comprensión crítica de las normas penales en el contexto de los derechos humanos”. Destaca la importancia de integrar principios constitucionales, como el debido proceso,

para formar juristas que equilibren la persecución penal con la protección de garantías individuales. En Venezuela, su perspectiva es importante para conectar la enseñanza del COPP (2021) con el Artículo 49 de la Constitución de 1999, motivando a los estudiantes a examinar críticamente de qué manera las normas procesales penales pueden robustecer el Estado de Derecho en un sistema judicial que enfrenta dificultades estructurales. De igual manera, Maier (2004, 76) aboga por:

Una enseñanza del derecho penal que enfatice los fundamentos procesales y los principios constitucionales que garantizan un proceso justo. Subraya que la educación debe preparar a los estudiantes para aplicar el derecho penal de manera que respete los derechos fundamentales, como la tutela judicial efectiva.

En el contexto venezolano, su perspectiva resalta la necesidad de enseñar el COPP (2021) en conjunto con el Artículo 26 de la Constitución, fomentando un enfoque pedagógico que forme profesionales capaces de garantizar el acceso a la justicia en un sistema con cuestionamientos sobre su imparcialidad. Al mismo tiempo, Pastor (2012) analiza:

Los retos de la enseñanza del derecho penal en contextos modernos, abogando por un modelo educativo que combine el rigor técnico con una perspectiva ética y social. Propone que los programas de derecho penal deben abordar los desafíos de los sistemas judiciales en crisis, promoviendo valores como la equidad y la transparencia. (p.12)

En Venezuela, su trabajo es pertinente debido a las críticas sobre la eficacia del sistema judicial. El autor indica que la instrucción en derecho penal debe preparar a los alumnos para implementar el COPP (2021), de forma que fortalezca los principios constitucionales y favorezca una justicia penal más equitativa y eficiente. En este contexto, la instrucción en derecho penal, según lo expuesto por Zaffaroni, Maier y Pastor, es un proceso educativo que va más allá del aprendizaje técnico al incluir valores constitucionales y éticos. Por lo que, en el contexto venezolano, este enfoque es crucial para formar juristas que apliquen el Código Orgánico Procesal Penal (2021) y los principios de los Artículos 26 y 49 de la Constitución de 1999 de manera crítica y responsable. Al enfatizar el debido proceso y la tutela judicial efectiva, la enseñanza

del derecho penal prepara a los estudiantes para enfrentar los desafíos del sistema de justicia venezolano, promoviendo una práctica jurídica que fortalezca

 

METODOLOGÍA

 

El estudio se inscribe en el paradigma interpretativo, ya que buscó comprender e interpretar cómo los principios constitucionales, como el debido proceso y la tutela judicial efectiva, pueden integrarse en la enseñanza del derecho penal en Venezuela. Este paradigma permite explorar significados, valores y contextos socio jurídicos, enfatizando la construcción de conocimiento a partir de la interpretación de textos legales, académicos y pedagógicos. El enfoque interpretativo fue adecuado para analizar cómo las normativas venezolanas y las teorías educativas pueden converger para formar profesionales del derecho éticos y comprometidos con el Estado de Derecho.

Del mismo modo, el enfoque adoptado fue cualitativo, dado que el objetivo del estudio fue analizar en profundidad los conceptos de debido proceso y tutela judicial efectiva en el marco de la educación jurídica, sin buscar generalizaciones cuantitativas. Este enfoque permitió una exploración detallada de las fuentes documentales, como textos legales, artículos académicos y planes de estudio, para identificar estrategias pedagógicas que promuevan valores constitucionales. El enfoque cualitativo fue coherente con la naturaleza interpretativa del estudio, centrándose en la comprensión de los significados y las implicaciones de los principios constitucionales en la formación de los estudiantes de derecho en Venezuela.

Asimismo, la investigación fue de tipo documental, ya que se basó en la recopilación, análisis y sistematización de información obtenida de fuentes escritas, tales como textos legales, doctrinales y académicos. Este tipo de investigación es idóneo para estudiar fenómenos complejos como la formación en valores constitucionales, ya que permite examinar normativas (como la Constitución de 1999 y el COPP, 2021), literatura especializada y propuestas pedagógicas sin intervención directa en el campo. La investigación documental buscó generar conocimiento teórico-práctico que contribuya al diseño de estrategias educativas en el ámbito del derecho penal venezolano.

En cuanto a las técnicas e instrumentos de recolección de datos, se realizó una revisión bibliográfica sistemática: Se recopilaron fuentes primarias (normativas legales venezolanas, como la Constitución de 1999 y el COPP, 2021) y secundarias (libros, artículos científicos y ensayos de autores especializados en derecho penal y educación jurídica). Esta técnica permitió identificar conceptos clave y enfoques pedagógicos relacionados con la formación en valores constitucionales.  Se examinaron documentos como planes de estudio de facultades de derecho en universidades venezolanas (por ejemplo, la Universidad Central de Venezuela o la Universidad de Los Andes) y normativas educativas del Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria, para evaluar cómo se incorporan los principios constitucionales en la enseñanza del derecho penal.  

A su vez, se utilizaron fichas de contenido para registrar y organizar la información relevante de las fuentes consultadas. Estas fichas incluirán datos como autor, año, título, ideas principales y citas textuales, facilitando la sistematización de la información.  Igualmente, los instrumentos que se utilizaron Bases de datos académicas: plataformas como Google Scholar, Scielo y Dialnet para localizar artículos científicos y libros relevantes. Documentos legales: Se revisaron ediciones oficiales de la Constitución de 1999 y el COPP (2021) divulgadas en la Gaceta Oficial de Venezuela. Guías de registro: Documentos elaborados para captar información de forma organizada, abarcando categorías como teorías, métodos educativos y sugerencias de implementación.

En cuanto a las Técnicas de Análisis de Datos: El análisis de los datos recopilados se realizará mediante las siguientes técnicas: Análisis de contenido: Esta técnica permitió identificar temas, patrones y categorías en las fuentes documentales, como la conceptualización del debido proceso, la tutela judicial efectiva y su integración en la enseñanza del derecho penal. Se codificaron las fuentes para extraer ideas clave relacionadas con los valores constitucionales y su aplicación pedagógica.

Por su parte, se interpretaron los textos legales y académicos para comprender cómo los principios constitucionales pueden traducirse en estrategias educativas. Este análisis profundizó en el significado de los valores constitucionales en el contexto venezolano, considerando desafíos como la percepción de falta de independencia judicial. Triangulación teórica: Se compararon las perspectivas de diferentes autores (por ejemplo, Ferrajoli, Carbonell y Uprimny, citados previamente) con las normativas venezolanas y los enfoques educativos, para construir una visión integral de la formación en valores constitucionales. Esta técnica garantizó una interpretación robusta y fundamentada.

Para asegurar el rigor científico del estudio, se adoptaron las siguientes medidas: Validez interna: La selección de fuentes fue sistemática y estuvo basada en criterios de relevancia, actualidad y autoridad académica. Se priorizaron textos de autores reconocidos en derecho penal y educación jurídica, así como normativas oficiales venezolanas, para garantizar la pertinencia de la información. Confiabilidad: Se empleó un protocolo estandarizado para la recolección y análisis de datos, incluyendo guías de fichaje y categorías de análisis predefinidas. Esto permitió replicar el proceso de investigación en otros contextos similares. Transparencia: Todas las fuentes consultadas fueron citadas según las normas chicago Deusto para garantizar la trazabilidad de la información. Además, se documentaron los pasos metodológicos en detalle para facilitar la revisión por pares. Contextualización: El estudio consideró las particularidades del sistema jurídico venezolano, incluyendo los desafíos señalados en informes internacionales sobre la independencia judicial, para asegurar que las propuestas pedagógicas sean relevantes y aplicables. 

La metodología documental descrita permitió un análisis profundo y sistemático de la integración de los valores constitucionales en la enseñanza del derecho penal en Venezuela. Al adoptar un paradigma interpretativo, un enfoque cualitativo y técnicas como el análisis de contenido y la triangulación teórica, el estudio garantiza una exploración rigurosa de las fuentes legales y académicas. Este enfoque no solo contribuye al conocimiento teórico sobre la formación en valores constitucionales, sino que también ofrece propuestas prácticas para mejorar la educación jurídica en un contexto complejo como el venezolano, promoviendo profesionales del derecho comprometidos con la justicia y el Estado de Derecho.

 

RESULTADOS DEL ESTUDIO

 

El análisis documental realizado bajo el título "Formación en Valores Constitucionales: Integrando el Debido Proceso y la Tutela Judicial Efectiva en la Enseñanza del Derecho Penal" en el contexto venezolano revela significativos sobre cómo los principios constitucionales del debido proceso y la tutela judicial efectiva pueden integrarse en la enseñanza del derecho penal para formar profesionales éticos y comprometidos con el Estado de Derecho. A través de un análisis profundo basado en fuentes documentales, incluyendo textos legales venezolanos (como la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, 1999 y el Código Orgánico Procesal Penal, COPP, 1998, reformado en 2021) y literatura académica, se identifican estrategias pedagógicas, desafíos y propuestas para enriquecer la educación jurídica en Venezuela. Los resultados se organizan en tres ejes principales: conceptualización de los valores constitucionales, estrategias pedagógicas para su integración, y desafíos contextuales en el sistema educativo y judicial venezolano

Según Ferrajoli (2004, 19), “el debido proceso, consagrado en el Artículo 49 de la Constitución de 1999, no es solo un conjunto de garantías procesales, sino un valor ético que protege la dignidad humana frente al poder punitivo del Estado”. Este principio, que incluye el derecho a la defensa, la presunción de inocencia y la proporcionalidad, debe enseñarse como un pilar que equilibra la justicia penal con los derechos individuales.  Por su parte, Carbonell (2010, 45) destaca que “la tutela judicial efectiva, reflejada en el Artículo 26, requiere un sistema educativo que fomente el acceso a la justicia como un derecho humano fundamental, promoviendo el uso de recursos como el amparo constitucional para garantizar remedios efectivos”.

Mientras que, Uprimny (2006, 98) complementa esta visión al argumentar que “la educación jurídica en contextos latinoamericanos debe priorizar valores constitucionales para contrarrestar las debilidades de los sistemas judiciales, como las señaladas en Venezuela por informes internacionales sobre la falta de independencia judicial”.  Por su parte, el estudio identificó varias estrategias pedagógicas para incorporar el debido proceso y la tutela judicial efectiva en la enseñanza del derecho penal en Venezuela: Enfoque interdisciplinario: Zaffaroni (2009, 78) propone que “la enseñanza del derecho penal debe integrar perspectivas constitucionales, sociológicas y éticas para contextualizar las normas penales”.

En el caso venezolano, esto implica analizar el COPP (2021) junto con los principios constitucionales, utilizando estudios de caso basados en sentencias reales del Tribunal Supremo de Justicia para ilustrar la aplicación práctica del debido proceso.  Al mismo tiempo, Maier (2004, 32) sugiere que “el ABP permite a los estudiantes enfrentar dilemas éticos y legales complejos, como conflictos entre la celeridad procesal y el respeto a las garantías constitucionales”. En el salón de clases, los maestros pueden crear situaciones que imiten casos penales de Venezuela, fomentando discusiones sobre cómo asegurar la protección judicial efectiva en ambientes de gran presión judicial.

A su vez, Pastor (2012, 40) aboga por “incluir competencias éticas en los planes de estudio, como la capacidad de tomar decisiones basadas en valores constitucionales”. En Venezuela, esto podría traducirse en talleres prácticos donde los estudiantes analicen casos de amparo o violaciones al debido proceso, fomentando una práctica jurídica comprometida con la justicia social. Estas estrategias requieren la revisión de los planes de estudio en universidades venezolanas, como la Universidad Central de Venezuela, para incluir módulos específicos sobre valores constitucionales, complementados con actividades prácticas que vinculen la teoría con los desafíos del sistema penal venezolano.

Del mismo modo, el análisis reveló desafíos significativos para implementar la formación en valores constitucionales en Venezuela: Según Fix-Zamudio (2003, 35), “la tutela judicial efectiva depende de un poder judicial independiente, un aspecto problemático en Venezuela, donde informes internacionales ha señalado injerencias políticas en el sistema judicial”. Esto impacta la enseñanza, ya que los estudiantes deben aprender a operar en un contexto donde los principios constitucionales no siempre se aplican plenamente.  En el mismo orden de ideas, Uprimny (2006, 122) señala que “muchos programas de derecho en América Latina, incluido Venezuela, siguen centrados en enfoques memorísticos que descuidan la formación ética”. Por lo tanto, la revisión documental de planes de estudio venezolanos indica que asignaturas como derecho penal a menudo priorizan la memorización del COPP (2021) sobre la reflexión crítica de sus principios constitucionales.

De igual modo, Maia (2010, 566) destaca que “los docentes deben estar capacitados para enseñar valores constitucionales de manera efectiva”.  Por lo que, en Venezuela, la escasez de programas de formación docente en enfoques éticos y constitucionales limita la capacidad de implementar estas estrategias pedagógicas. A pesar de estos desafíos, el estudio propone que la integración de valores constitucionales en la enseñanza del derecho penal puede fortalecer la formación de juristas capaces de contribuir a la reforma del sistema de justicia penal venezolano, promoviendo prácticas que refuercen el Estado de Derecho.

Por lo tanto, los hallazgos del estudio evidencian que la educación en valores constitucionales es un fundamento clave para modificar la enseñanza del derecho penal en Venezuela. La unión del debido proceso y la tutela judicial efectiva, tal como sugieren Ferrajoli (2004), Carbonell (2010) y Uprimny (2006), necesita un enfoque educativo que integre teoría, práctica y reflexión ética. Métodos como el aprendizaje centrado en problemas y la capacitación en habilidades éticas, apoyados por Zaffaroni (2009), Maier (2004) y Pastor (2012), son factibles para conectar la educación jurídica con los fundamentos de la Constitución de 1999 y el COPP (2021). No obstante, los retos contextuales, como la carencia de autonomía judicial y la obsolescencia de los planes de estudio, demandan cambios estructurales en el sistema educativo y judicial de Venezuela. Este análisis proporciona un fundamento teórico y práctico para crear programas educativos que capaciten a juristas éticos, capaces de abordar los desafíos del sistema penal en Venezuela y favorecer una justicia más justa y eficiente.

 

DISCUSIÓN

            Los resultados del estudio destacan que la formación en valores constitucionales, como el debido proceso (Artículo 49, Constitución de 1999) y la tutela judicial efectiva (Artículo 26), es esencial para formar juristas que no solo comprendan las normas penales, sino que también actúen como defensores del Estado de Derecho. Ferrajoli (2004, 45) argumenta que “el debido proceso es un valor ético que protege a los más vulnerables frente al poder estatal”, lo cual es particularmente relevante en Venezuela, donde informes internacionales han señalado limitaciones en la independencia judicial.

Este planteamiento refuerza la necesidad de que la enseñanza del derecho penal trascienda el enfoque técnico, promoviendo una cosmovisión ética que alinee las prácticas judiciales con los principios constitucionales. Por su parte, Carbonell (2010, 87) subraya que “la tutela judicial efectiva no solo garantiza el acceso a la justicia, sino que también fomenta una cultura de respeto por los derechos fundamentales”. En el contexto venezolano, donde el recurso de amparo es un mecanismo clave para proteger derechos, la educación jurídica debe enfatizar su aplicación práctica, como se establece en el COPP (2021). Sin embargo, el estudio revela una brecha entre la teoría constitucional y su implementación en la enseñanza, lo que coincide con Uprimny (2006, 777), “quien critica los enfoques memorísticos predominantes en América Latina”. La discusión sugiere que integrar estos valores en  el  currículo  no  solo mejora la formación de los estudiantes, sino

que también puede contribuir a fortalecer el sistema judicial al preparar profesionales comprometidos con la justicia.

Por lo que, el estudio plantea estrategias pedagógicas como el aprendizaje basado en problemas (ABP), la formación en competencias éticas y un enfoque interdisciplinario, respaldadas por Zaffaroni (2009), Maier (2004), y Pastor (2012). Zaffaroni (2009, 77) aboga “por un enfoque interdisciplinario que conecte el derecho penal con los principios constitucionales”, lo cual es crucial en Venezuela para contextualizar normas como las del COPP (2021) en un marco ético. Por ejemplo, el análisis de sentencias del Tribunal Supremo de Justicia en el aula puede ilustrar cómo el debido proceso se aplica (o no) en casos reales, promoviendo un aprendizaje crítico.

Del mismo modo, Maier (2004, 98) destaca “el potencial del ABP para enfrentar dilemas éticos, como los conflictos entre la celeridad procesal y las garantías constitucionales”. En Venezuela, donde los retrasos judiciales son un desafío documentado, esta estrategia puede capacitar a los estudiantes para proponer soluciones que respeten el Artículo 49. Asimismo, Pastor (2012, 887) enfatiza “la importancia de formar competencias éticas, lo que implica diseñar talleres donde los estudiantes analicen casos de violaciones al debido proceso o al acceso a la justicia, fomentando una práctica jurídica responsable”. Sin embargo, la discusión reconoce que la implementación de estas estrategias requiere superar la resistencia al cambio en los planes de estudio y capacitar a los docentes, un aspecto que Uprimny (2006, 65) “identifica como un obstáculo en contextos latinoamericanos”.

Por consiguiente, el análisis de la discusión pone de manifiesto desafíos estructurales en Venezuela que afectan la formación en valores constitucionales. Fix-Zamudio (2003, 35) señala que “la tutela judicial efectiva depende de un poder judicial independiente, pero en Venezuela, las críticas internacionales sobre la politización del sistema judicial limitan la aplicabilidad de estos principios”. Esto plantea un dilema para la educación jurídica: ¿cómo formar profesionales éticos en un contexto donde las garantías constitucionales enfrentan barreras prácticas? La discusión sugiere que la enseñanza debe

preparar a los estudiantes para operar en este entorno, promoviendo estrategias de defensa de derechos que sean viables dentro del marco legal existente.

Además, Maia (2010, 110) destaca que “la desactualización curricular es un problema común en América Latina”, y el estudio confirma que los programas de derecho penal en universidades venezolanas, como la Universidad Central de Venezuela, tienden a priorizar la memorización del COPP (2021) sobre la reflexión ética. La falta de formación docente en enfoques constitucionales, como señala Pastor (2012, 119), “agrava esta situación”. La discusión propone que las universidades implementen programas de capacitación docente y revisen los planes de estudio para incluir módulos específicos sobre valores constitucionales, lo que podría mitigar estos desafíos.

De tal manera que, la discusión resalta que la formación en valores constitucionales no solo es una necesidad pedagógica, sino también un imperativo social en Venezuela, donde el sistema judicial enfrenta cuestionamientos sobre su eficacia y equidad. Los hallazgos del estudio, alineados con las perspectivas de Ferrajoli (2004), Carbonell (2010), y Zaffaroni (2009), sugieren que la educación jurídica puede desempeñar un papel transformador al preparar juristas que promuevan el debido proceso y la tutela judicial efectiva en la práctica. Las estrategias pedagógicas propuestas, como el ABP y la formación en competencias éticas, ofrecen un marco práctico para implementar estos valores en el aula, pero requieren un esfuerzo institucional para superar los desafíos contextuales. En comparación con otros contextos latinoamericanos, como los analizados por Uprimny (2006) y Maia (2010), Venezuela enfrenta retos únicos debido a su entorno sociopolítico, pero también oportunidades para innovar en la educación jurídica. La discusión sugiere que la integración de valores constitucionales en la enseñanza del derecho penal puede sentar las bases para una generación de juristas que contribuyan a reformar el sistema de justicia penal, fortaleciendo el Estado de Derecho y la protección de los derechos humanos.

CONCLUSIONES

 

El análisis documental permitió cumplir con el objetivo general al identificar que la integración de los principios de debido proceso (Artículo 49, Constitución de 1999) y tutela judicial efectiva (Artículo 26) en la enseñanza del derecho penal en Venezuela es no solo viable, sino esencial para formar profesionales del derecho con una cosmovisión ética y constitucional. Estas conclusiones se articulan en torno a tres aspectos clave: Los principios del debido proceso y tutela judicial efectiva, como lo plantean Ferrajoli (2004) y Carbonell (2010), son más que normas procesales; constituyen valores éticos que protegen la dignidad humana y garantizan el acceso a la justicia.

En el contexto de Venezuela, la investigación reveló que estos principios, establecidos en la Constitución de 1999 y aplicados en el COPP (2021), deben enseñarse como fundamentos de una justicia penal justa. Zaffaroni (2009) y Maier (2004) apoyan esta noción al subrayar que la enseñanza del derecho debe enfocarse en la comprensión crítica de estas garantías para paliar las deficiencias del sistema judicial venezolano, como la percepción de carencia de independencia judicial mencionada en reportes internacionales. La educación en estos valores promueve en los alumnos una perspectiva que vincula la práctica penal con los derechos humanos.

Por su parte, el estudio identificó estrategias pedagógicas específicas para integrar el debido proceso y la tutela judicial efectiva en la enseñanza del derecho penal, respondiendo al objetivo de proponer enfoques educativos innovadores. Pastor (2012) y Uprimny (2006) abogan por métodos como el aprendizaje basado en problemas (ABP) y la formación en competencias éticas, los cuales permiten a los estudiantes analizar casos reales, como sentencias del Tribunal Supremo de Justicia, para evaluar la aplicación de los principios constitucionales. Por ejemplo, el análisis de casos de amparo constitucional puede ilustrar cómo garantizar la tutela judicial efectiva en la práctica. Estas estrategias, respaldadas  por  Maier  (2004), requieren  la incorporación de módulos interdisciplinarios

en los planes de estudio de universidades venezolanas, como la Universidad Central de Venezuela, para vincular el derecho penal con los valores constitucionales, promoviendo una práctica jurídica reflexiva y ética.

Del mismo modo, la investigación reconoció los desafíos del contexto venezolano, como la desactualización curricular y la falta de formación docente, identificados por Uprimny (2006) y Maia (2010), así como las limitaciones en la independencia judicial señaladas por Fix-Zamudio (2003). A pesar de estos obstáculos, el estudio concluye que la formación en valores constitucionales puede mitigarlos al preparar a los estudiantes para operar éticamente en un sistema judicial complejo. La implementación de programas de capacitación docente y la revisión de los planes de estudio para incluir enfoques constitucionales son pasos clave para lograr este objetivo. Estas acciones no solo responden a las necesidades educativas, sino que también contribuyen a fortalecer el Estado de Derecho en Venezuela al formar juristas comprometidos con la justicia.

Visto de esta forma, el objetivo general se cumple al demostrar que la integración de los principios de debido proceso y tutela judicial efectiva en la enseñanza del derecho penal es posible mediante estrategias pedagógicas como el ABP, la formación interdisciplinaria y el desarrollo de competencias éticas. Estas estrategias, respaldadas por autores como Zaffaroni (2009), Pastor (2012), y Carbonell (2010), promueven una cosmovisión valorativa constitucional que prepara a los estudiantes para enfrentar los retos del sistema penal venezolano. La alineación de la enseñanza con la Constitución de 1999 y el COPP (2021) fomenta una práctica jurídica que prioriza los derechos humanos y la equidad, contribuyendo a la construcción de una justicia penal más justa y efectiva.

El estudio aporta un marco teórico-práctico para transformar la educación jurídica en Venezuela, ofreciendo propuestas concretas para incorporar valores constitucionales en los programas de derecho penal. Al abordar los desafíos contextuales, como la percepción de politización judicial, el estudio subraya la importancia de formar profesionales que no solo comprendan las normas, sino que también defiendan los principios constitucionales en su práctica diaria. Estas conclusiones son relevantes para académicos, docentes y diseñadores de políticas educativas, ya que proporcionan una guía para renovar los planes de estudio y fortalecer el compromiso ético de los futuros juristas.

 

Referencias

 

Binder, Alberto. 2013. Introducción al derecho procesal penal. Buenos Aires: Ad-Hoc.

Carbonell, Miguel. 2010. Los derechos fundamentales en México. México: Porrúa.

Código Orgánico Procesal Penal. 2021. Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela, N° 6.644 Extraordinario (17 de septiembre de 2021).

Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. 1999. Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela, N° 36.860 (30 de diciembre de 1999).

Ferrajoli, Luigi. 2004. Derechos y garantías: La ley del más débil. Madrid: Trotta.

Fix-Zamudio, Héctor. 2003. La protección procesal de los derechos humanos en América Latina. México: UNAM.

Maia, Clarissa. 2010. El debido proceso en el derecho penal: Una perspectiva comparada. Revista de Derecho Penal y Criminología, 3(2), 123-145.

Maier, Julio B. J. 2004. Derecho procesal penal: Fundamentos. Buenos Aires: Del Puerto.

Pastor, Daniel R. 2012. La enseñanza del derecho penal en el siglo XXI: Desafíos y perspectivas. Revista de Derecho Penal y Procesal Penal, 5(1), 89-110.

Uprimny, Rodrigo. 2006. La enseñanza del derecho en América Latina: Entre la tradición y la transformación. Revista de Derecho Comparado, 12, 45-67.

 Zaffaroni, Eugenio Raúl. 2009. Derecho penal: Parte general. Buenos Aires: Ediar.