Cultivo del Ser Espiritual como Fundamento Axiológico que orienta la Praxis Docente
Línea de Investigación: Desarrollo Humano Integral.
Palabras clave:
Cultivo del Ser Espiritual, Fundamento Axiológico, Praxis Docente.Resumen
Esta investigación genera una Aproximación Teórica sobre el Cultivo del Ser Espiritual como fundamento Axiológico que orienta la Praxis Docente. Partiendo de considerar al ser humano como un ser tridimensional, conformado por Cuerpo, Alma y Espíritu y reflexionando que cada dimensión debe ser meditada al momento de formar al individuo desde los espacios educativos, dando lugar en medio del conocimiento a una formación integral tomando en cuenta el Cultivo del Ser Espiritual. En tal sentido, la investigación se ubica dentro del Paradigma Cualitativo; y de acuerdo al contexto de estudio y los propósitos que se persiguen, se enmarca ontoepistémicamente en el Método Fenomenológico. En lo que respecta a los Actores Sociales, los informantes estuvieron conformados por cinco (5) Docentes de la U.E. “Salustiano Crespo”. Como Técnica para la Recolección de la Información, se utilizó una Entrevista Semi-estructurada, cuyos resultados permitieron realizar un análisis desde un matiz cualitativo e interpretativo, dando paso a la categorización, estructuración y triangulación de la información, para realizar la teorización y reflexiones finales en cuanto a la temática estudiada. Utilizando como Referentes la Teoría Ética de Inmanuel Kant, la Teoría de la Inteligencia Espiritual de Zohar y Marshall, la Teoría Axiológica y Valores de Scheler, y la Teoría Ecológica de Bronfenbrenner. Finalmente, se teorizó, que el cultivo del ser espiritual como fundamento axiológico de la praxis docente, abarca finalidades esenciales, es cambiar la visión sobre el desempeño profesional en la docencia y verla como una oportunidad para la formación integral de los estudiantes, dando importancia a lo espiritual, por lo cual, deben ser estimulados desde el mismo proceso educativo, logrando que exprese lo mejor de la interioridad, es decir, lo inmanente a las demás áreas tanto la cognitiva, física y cósmica.